“Putita espiritual”: se liberó sexualmente con el yoga y ahora vende contenido de cuerpo y alma

Jésica Fux se define como trabajadora sexual virtual. Comenzó a vender fotos y videos hace tres años mientras escribe un libro que ayude a otras mujeres a transitar su mismo camino. “Apunto a ser un cambio en la mente de las personas”, dijo a TN.

 

Voy a dejarles un extracto de la Nota Realizada por Mauricio Luna para TN.com.ar. la entrevista más que nada para que puedan conocerme un poco más, el resto de la nota pueden Leer la nota completa aqui!  NOTA COMPLETA

 

Jésica Fux no utiliza un nombre ficticio. Posee más de 280 mil seguidores en su cuenta principal de Twitter (150 mil en Telegram) y otros 139 mil en una paralela. En ella comparte tips, consejos y experiencias sexuales que decantan en un concepto: la espiritualidad.

 

De estudiante universitaria a trabajadora sexual virtual

 

 

—¿Cómo te gusta que te presenten?

—Como trabajadora sexual virtual, porque mi principal trabajo es la venta de contenido. O modelo erótica. No así actriz porno. Yo nunca estuve en una película ni trabajé con ninguna productora. Eso no me va.

—¿Tuviste otros trabajos antes de comenzar con esto?

—Sí, claro. Laburé en relación de dependencia en muchas empresas multinacionales. La gran diferencia entre aquello y mi trabajo actual es la libertad de hacer las cosas cuando yo tengo ganas y no cuando me lo imponen. Poder hacer lo que quiera y cuando quiera.

—¿Qué recuerdos tenés de tu infancia y adolescencia?

—Yo soy hija única. Mis padres se separaron cuando tenía 8 años. Crecí con violencia intrafamiliar. Cuando pasó eso conviví con mi mamá. Eso pasó hasta los 23 años. Mi papá siempre estuvo ausente. Sólo apareció para juzgar lo que hizo mi mamá conmigo, esto de criarme libremente.

—¿Qué estudiaste en la universidad?

—Estudié para ser traductora de inglés, pero tenía mucha carga de Derecho. Después Relaciones Públicas. Me faltó la tesis porque fue ahí cuando me di cuenta que no era lo que yo quería. Y lo que no quería era tener un título tradicional.

—¿Qué hiciste en aquel momento?

—Me puse a estudiar tantra y astrología. Y seguí meditando y haciendo yoga.

—¿Por qué decidiste dar ese giro?

—Porque toqué fondo en muchas oportunidades, hasta que en la última busqué meditación y yoga para calmar mi mente. Ya había pasado el plano emocional y estaba comenzando a sufrir en lo físico. Busqué calmar la mente y luego descubrí la espiritualidad.

“Un estado de paz mental y vacío”

—¿Cómo resultó el yoga en tu vida?

Yoga fue la primera herramienta espiritual que apliqué en mi vida. Me pasaba que apretaba los dientes, me dolía la cabeza, tenía gastritis. Los médicos me decían que era estrés. Y me recomendaron yoga. Se me presentó un cupón de descuento para hacerlo durante un mes y decidí probar.

—¿Sirvió?

—Sí. Me sorprendió cómo quedaba mi mente después de la práctica. No tenía pensamientos ni preocupaciones. Un estado de paz mental y vacío. Fue una grata sorpresa.

—¿Luego vino la meditación?

—Con la meditación me encontré con una mirada hacia adentro que me ayudaba a conocerme más. A medida que iba sucediendo me di cuenta que era un ser sexual. Que había una energía que venía pidiendo pista.

—¿Hablás de una energía sexual?

—Claro. Un caudal de energía sexual al que no le estaba dando cabida por culpa y miedo. Me reconocí un ser sexual en ese momento. Me acepté, exterioricé y transité todo sin culpa. Ahí empecé a hacer videos.

—¿No te importaba lo que pudiera llegar a pensar tu familia, por ejemplo?

—No. Empecé a ser feliz cuando me saqué de encima lo que los demás esperaban de mí. La base fue estar conectada con mi propio deseo, con mis necesidades más genuinas y puras.

—¿Qué sentiste cuando publicaste esos primeros videos?

—Comenzó a no importarme el juicio, si salía bien o qué iban a decir los demás. Y me fue tan bien que me volví viral muy rápido. Al principio lo sufrí muchísimo, me broté toda, pero el camino espiritual ayudó a entender que todo tiene su razón de ser. Las viralizaciones eran perfectas y sucedían por algo.

—¿Cambió tu manera de sentir el sexo?

—Obviamente. Porque es increíble todo lo que se puede lograr con la energía sexual. Ciertos focos que pertenecen al cuerpo del dolor y no nos damos cuenta porque vivimos en lo automático. Nos damos cuenta que hacemos determinada cosa en la cama por otras cuestiones. O que no hacemos otras por estar bloqueándonos.

—¿En qué sentís que te benefició?

—En todos los ámbitos y aspectos de mi vida. Los problemas seguían apareciendo, pero cambió mi perspectiva. Abracé las situaciones como un aprendizaje, como un peldaño al crecimiento.

—¿Por qué te autodenominaste “putita espiritual”?

—Escribía sobre espiritualidad y consciencia antes de vender contenido. Uno de mis miedos cuando sí empecé a vender es que sea desestimado ese mensaje espiritual. Pasó todo lo contrario: cuando vendí contenido por primera vez fui más escuchada desde mi contenido espiritual.

—¿Darte cuenta de esa veta hizo que escogieras tu nombre?

—Un poco sí. Surgió al observar este fenómeno que iba en las redes. El “putita” me asocia a la energía sexual. La palabra puta no tiene una connotación negativa en mí. Y espiritual por todo lo anterior.

—¿Qué es la espiritualidad?

—Despertar, abrir los ojos, darte cuenta quién sos en esencia y que tu vida se alinee con tu propósito. Entender qué viniste a hacer en la vida.

—¿La sexualidad y la espiritualidad siempre van de la mano?

La sexualidad es una energía de creación, y esa energía nos conecta espiritualmente. Muchas veces me dicen que “putita espiritual” es un oxímoron. Nada que ver, no son opuestos.

—¿Tus seguidores qué te suelen decir?

—Que le encanta cómo hago mi trabajo. Que por eso me siguen.

—¿Qué relación tenés con el dinero?

Nunca despilfarré la plata. Me polaricé a no gastarla tanto cuando era más chica, pero con la espiritualidad fui desarmando ese patrón de conducta.

—¿La espiritualidad hizo que te volvieras más suelta económicamente?

—Sí. O a gastar separando porque pienso en mi futuro, pero sin la preocupación de que mañana no tengo. Gastar con el flujo de la abundancia activo: siempre voy a tener dinero.

—¿Existe la conexión con el dinero?

—Lógicamente. Y es importante conectarse de una manera positiva con el dinero. Si lo rechazás o tenés pensamientos de carencias no lo vas a atraer a tu vida. Parte de mi camino fue conectarme con la abundancia, no sólo económica.

—¿Pensás en tu futuro?

Este trabajo no es para toda la vida. Siento que lo voy a hacer unos años más y después me gustaría transmitir mi conocimiento.

—¿Cómo?

—A través de un libro que ya estoy escribiendo. Con las experiencias que fueron nutriendo mi camino espiritual. No quedarme únicamente en la venta de contenidos sino transmitir conocimientos, hablar con chicas que se estén iniciando o armar un espacio para fomentar el espíritu a través del autocontacto, el cuerpo y la energía sexual. Me gustaría ayudar -principalmente- a ayudar a mujeres.

—¿Qué cambios creés que podrías generar en la gente?

—Una mayor consciencia del sentir, el sexo, la respiración. No sólo educa al hombre sino que ayuda a la mujer. Apunto a ser un cambio en la mente de las personas.

—¿Vos lo lograste?

—Sí. Últimamente siento que estoy en el mejor momento de mi vida. Estoy atravesando momentos de felicidad, de mucha emoción, pero no vino de la nada: hubo un camino emocional e introspectivo que tuve que recorrer.

Cámara, fotos y realización: Leandro Heredia.

Edición: Berenice Laciar.

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